La extraordinaria fortaleza de Lucas Arsenault tras un ataque de tiburón.

La extraordinaria fortaleza de Lucas Arsenault tras un ataque de tiburón.

Familia de SUELTALABARRA! En el mundo de los deportes de riesgo, la determinación y la capacidad de superación son cualidades admirables. Hoy, compartimos la asombrosa historia de Lucas Arsenault, un kiteboarder profesional de 27 años cuya resiliencia ha conmovido a toda la comunidad. Tras un traumático ataque de tiburón que le costó la pierna derecha, Lucas regresó a su tabla en tan solo tres meses, una prueba de una fuerza de voluntad excepcional.

Pero primero quiero que vean unos de sus videos en YouTube, canal que tiene olvidado hace 9 años, pero que os podréis hacer una idea del nivel internacional que ha tenido.

El incidente: un encuentro inesperado en el caribe

Todo ocurrió a finales de mayo de 2024, durante un viaje a las Islas Turcas y Caicos, un lugar que Lucas conocía bien, donde había impartido clases de kitesurf y nadado cientos de veces. Mientras practicaba snorkel a un kilómetro de la costa, algo lo golpeó con fuerza en el pecho. Al girarse, se encontró cara a cara con un tiburón, que él estima medía entre dos y tres metros.

El animal se aferró a su rodilla derecha y comenzó a agitarlo bajo el agua. Lucas pudo escuchar cómo sus huesos se hacían añicos. "Mi pierna era una galleta", relató, recordando el horror de aquellos 30 segundos que parecieron una hora. En un acto de pura supervivencia, logró picar los ojos del tiburón, obligándolo a soltarlo.

Una lucha por la vida y un apoyo vital

Con la adrenalina a flor de piel, Lucas nadó desesperadamente hacia la embarcación donde su novia, Jori MacIsaac, actuó con rapidez, improvisando un torniquete. La presencia de su padre en el grupo y, milagrosamente, un médico con oxígeno y un torniquete profesional en la orilla, fueron factores cruciales en su supervivencia. La calma del médico y el apoyo de sus seres queridos cambiaron su mentalidad: morir dejó de ser una opción.

Tras una cirugía de nueve horas en la que le amputaron la pierna derecha por encima de la rodilla, Lucas inició un periodo de "tiempos oscuros" en el hospital. La incertidumbre sobre su futuro era abrumadora, pero nunca estuvo solo. Jori, familiares y amigos lo acompañaron, y la comunidad del kiteboard y de la Isla del Príncipe Eduardo se volcó en recaudaciones de fondos, demostrando una solidaridad inspiradora.

El regreso a las aguas: un acto de pura gratitud

La recuperación de Lucas fue extraordinaria, impulsada por una mentalidad positiva y un inquebrantable sentido del humor. "No debería haber sobrevivido a eso", bromea, "si te enfrentas a un tiburón tigre de 1.000 libras y sales como yo, al final estás bastante feliz". Con esa actitud, progresó rápidamente en su rehabilitación, pasando de la silla de ruedas a las muletas y, finalmente, dando sus primeros pasos con una prótesis.

En un momento que una vez pensó imposible, a principios de septiembre —apenas tres meses después del ataque—, Lucas volvió a practicar kitesurf.3 "Solo gratitud. Solo felicidad", describió sus sentimientos. Aunque la experiencia fue agridulce, al darse cuenta de que las cosas serían diferentes, su regreso al agua encendió una nueva chispa para seguir fortaleciéndose.

Un nuevo comienzo y sin remordimientos

Lucas ha tenido que adaptar su nueva realidad, incluso cortando las perneras de sus trajes de neopreno para acomodar su prótesis, y utilizando diferentes piernas para distintas actividades. Para él, cada uno de estos pasos representa un nuevo comienzo.

En noviembre, regresó a Turcas y Caicos con su familia para hacer las paces con el lugar y crear nuevos recuerdos. Allí, también le propuso matrimonio a Jori, ahora su prometida. A pesar de todo, Lucas insiste en que no se arrepiente de nada de lo ocurrido. "Perdí suficiente como para no querer perder más en mi vida. Todavía me queda mucho por hacer", afirma.

La historia de Lucas Arsenault es un poderoso recordatorio de la increíble capacidad humana para superar la adversidad y encontrar la alegría y el propósito incluso después de los eventos más traumáticos. Su espíritu indomable es una inspiración para todos nosotros en la comunidad de SUELTALABARRA.

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